Nuestra filosofía es promover el karate desde los más pequeños hasta llegar a la etapa adulta, desarrollando la motricidad, el equilibrio o balance corporal, así como la coordinación y el carácter de cada practicante desde temprana edad, forjando cualidades únicas en cada individuo en su constante entrenamiento.

Es importante recalcar que el entrenamiento de los niños es muy diferente al de los adultos. La formación de programas de educación física basado en las artes marciales, son entrenamientos fuertes y con demasiada exigencia física, a diferencia del entrenamiento que reciben los niños, que no poseen la fuerza y el desarrollo motriz de un adulto de 30 años, así el entrenamiento actual en la etapa infantil es muy diferente al tradicional, se aprende jugando, asimilando los movimientos de karate, para no hacerlo monótono.

Con el karate el niño adquiere destrezas en cada etapa de su edad infantil, que le ayudan a optimizar al cien por ciento sus cualidades y habilidades personales durante su niñez. Son procesos que va adquiriendo a lo largo de su entrenamiento con el karate y lo mas importante son justamente estas bases adquiridas a temprana edad para aprovechar las potencialidades autónomas de cada uno de ellos para su desarrollo juvenil y una futura vida deportiva adulta.